Llueve. Por fin llueve sobre los campos. Acabamos el año y acaba la sequía, las nubes que tanto se resistieron por fin llegan generosas, demasiado en algunos lugares. Se acercan por las sierras, pasan descargando y se van hacie el este, esponjan las tierras y dejan brillantes hilos de agua que corren hacia los arroyos. A veces truena y el cuerpo se estremece, a veces entre las nubes aparece el añil y el sol pinta siete colores en arco, también me estremezco entonces.