Paseo por el bosque en invierno, apresado en sus lluvias y en sus nieves. Los árboles se me desdibujan en la niebla que se enebra en las ramas donde el viento toca la viola. Parece que estoy solo, pero el bosque está lleno de soledades, dormitando en el frío, reservando sus fuerzas. Se embosca el silencio y los troncos enarbolan copas vacías de hojas, hay líquenes en las cortezas y el musgo arropa a las piedras. No veo el momento de salir, hechizado como estoy por la belleza dormida del castañar y la chopera, de la olmeda, el pinar y la dehesa.
Castañar en niebla
Tronco de castaño
Dehesa bajo nevada
Chopera inundada
Olmeda y zoom
Copas de pinar